Pon el horno a precalentar a 200ªC. Comienza pelando y rallando las zanahorias, puedes hacerlo con ayuda de un rallador o con un procesador. Una vez las tengas ralladas, con una servilleta o papel absorbente, presiona sobre ellas para quitar el exceso de agua.

Bate los huevos en un bol y añade el queso rallado, las zanahorias, el pan rallado y una pizca de sal y pimienta al gusto. Mezcla hasta que obtengas una masa compacta.

Forra la bandeja de horno con papel de hornear y dispón la masa sobre ella con ayuda de una cuchara. Divide la masa de tal forma que salgan 4 tortillas por comensal. Aplástalas y extiéndelas muy finamente (deja espacio suficiente entre ellas para que no se peguen durante el horneado, si es necesario usa dos bandejas). Hornea unos 15 minutos, hasta que estén crujientes por los bordes.

Pon una sartén con un poco de aceite de oliva a calentar. Corta la pechuga por la mitad longitudinalmente. Cuando esté caliente, añade el pollo, salpimenta al gusto y cocina 3-4 minutos por cada lado Mientras, corta los tomates en dados pequeños.

Una vez tengas el pollo hecho aún caliente, con ayuda de dos tenedores "deshaz" la carne en tiras. Espolvorea el orégano por encima y mezcla bien.

Una vez haya pasado el tiempo de horneado de las tortillas, ponlas en una rejilla de horno para darles forma de taco mientras se enfrían. Mientras, corta el limón por la mitad y exprímela en un bol junto con el yogur para obtener tu crema agria saludable. Es la hora de montar tus tacos. Pon en cada tortilla una base de pollo con el tomate y la crema agria.