Pon un cazo con agua a hervir.
Lava y pica las fresas en dados.
Lava y pica el tomate de la misma manera.

Lava la quinoa con agua usando un colador fino para eliminar saponinas y ftalatos que reducen la absorción de ciertos nutrientes. Un vez hirviendo, añade la quinoa al cazo y deja cocer 10-12 minutos.
Agrega todo a un bol y añade la albahaca, vinagre al gusto y 2 cucharadas de aceite. Salpimenta al gusto y reserva.

Pica el cebollino para que puedas decorar tu plato y le dé el toque maestro.

Coge un buen cuchillo y corta el pollo en láminas gruesas. Salpimenta al gusto.

Calienta a fuego medio un chorrito de aceite en una sartén.
Cuando lo tengas, cocina el pollo hasta que tome un aspecto dorado.

Una vez cocinadas las pechugas, córtalas en láminas más finas. Después, coloca una cama con la quinoa, las verduras y por encima el pollo cortado. Decora con el cebollino.