Precalienta el horno a 200ºC. Casca los huevos en un cuenco y añade la panela. Bate los huevos junto con la panela con la ayuda de unas varillas o una batidora hasta que aparezca espuma.

Ahora, añade, tamizando con un colador, la harina y una pizca de sal y sigue mezclando hasta conseguir una masa homogénea.

En una olla, pon a calentar 3 monodosis de mantequilla a fuego lento junto con el chocolate en tableta, reservando 4 onzas. Remueve hasta que se funda por completo y quede un poco espeso.

Junta las dos mezclas en un bol y remueve bien hasta integrar los ingredientes.

Engrasa con la mantequilla restante los moldes para evitar que se peguen los coulants. Rellena el molde con la masa hasta casi la mitad de su capacidad y coloca una onza en cada coulant. Ahora cubre el resto dejando un espacio pequeño ya que el bizcocho crecerá un poco en el horno.

¡Casi estamos! Mete los coulants en el horno a 200ºC y deja hornear durante 6 minutos. Una vez pase este tiempo, baja la temperatura a 180ºC y mantenlos durante 4-5 minutos más, hasta que veas que los bordes están ligeramente tostados.